-¡Oye! ¿Qué haces Oscar?
-Estoy construyendo la casa para mí y mi familia.
-Y ¿Te has fijado en donde estas construyendo?
-Sí, lo sé. Es un barranco, pero colocare columnas fuertes para
poder darle soporte a la casa.
-Y ¿te has fijado si es un suelo bueno o preparado para soportar
el peso de tu hogar?
-¡Lo estoy haciendo ahora mismo! cuando levante las columnas
apoyare todo el peso de la maquinara en ellas y calculare lo que soporta.
-Ahora ¿Cuánto tiempo soportara el suelo tu casa?
-El tiempo es lo que me permitirá reforzarlo y trabajar para darle
la fortaleza al suelo que sustenta mi hogar.
-Entonces lo tienes todo bien preparado, y te ayudare en lo que
necesites.
-Gracias mi Señor.
Lo importante de seguir el ejemplo de Oscar está en las palabras
de Jesucristo:
¿Quién de ustedes que quiere edificar una torre no se sienta
primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo suficiente para completarla?
De otra manera, pudiera poner el fundamento, pero no poder
terminarla, y todos los que miraran pudieran comenzar a burlarse de él,
diciendo: 'Este hombre comenzó a edificar, pero no pudo terminar'.
(Lucas 14: 28-30).
El orden siempre nos brindara el apoyo de una casa firme. No hay
mayor cosa que seguir las directrices del supremo del universo, quien puso cada
cosa en su lugar, con fundamentos infinitos que presenciamos como prueba de su
poder. Él siempre quiere la felicidad para nosotros, por lo tanto el salmista
expresó:
-Las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón;
el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos-
La oración y el lugar donde lo hacemos es importante ya que
estamos llamando la comunión con Dios, para nosotros no hay mejor momento que
todo el que se presente, vivimos porque respiramos, por lo tanto le damos
sentido a la vida si mantenemos la comunicación con Jehová de una manera
correcta como el apóstol lo indica: -Pero que todas las cosas se efectúen
decentemente y por arreglo- (1 Corintios 14:40)
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